Dice la leyenda, que Cudillero, un pequeño pueblo pesquero de Asturias, fue un asentamiento Vikingo.
Los hombres provenientes del norte, de tierras lejanas, frías, blancas y nevadas, encontraron en un codo de la costa, en una zona escarpada y a la vez invisible desde el mar, un pequeño pueblo que sirvió de refugio para sus naves y una base desde la que operar.
Los vikingos fueron uno de los pueblos más temidos de la Edad Media. Grandes navegantes, desde sus bases en el norte de Europa realizaron incursiones por gran parte de Europa septentrional. Raramente se aventuraban más al sur de la costa francesa, pero en ocasiones atacaron también la península Ibérica.
Por norma general, estos ataques tenían como único objetivo el saqueo para conseguir botín, mujeres y esclavos; y pocas veces daban lugar a asentamientos permanentes.
Se cree que uno de dichos asentamientos pudo ser el pueblo de Cudillero, una pequeña localidad del mar cantábrico, situada en la costa asturiana, cuyos habitantes presumen abiertamente de ser descendientes de vikingos.
Allí los vikingos lejos de someter a la población nativa de etnia astur se fusionaron con ellos y establecieron lazos de matrimonio, ayuda y comercio.
Como dato de esta herencia nórdica en la geografía asturiana, ha quedado el ‘pixueto’. Un dialecto único del pueblo de Cudillero que combina palabras de origen romance con otras de origen nórdico, algo raro sin duda en el norte de España, y que no tienen similitud tan siquiera con las poblaciones cercanas de la propia Asturias.
Otra de las herencias fue la genética, ya que es frecuente encontrar las mismas características entre sus habitantes; mujeres y hombres rubios, de cara sonrosada y ojos azules.
Con este trabajo pretendo documentar el pueblo de Cudillero, sus estrechas y empinadas calles, el puerto donde arrivan todas las tardes los pescadores, la costa del concejo, testigo impasible de la historia convertida en leyenda, y sus gentes, descendientes directos del pueblo Vikingo que llegó a Cudillero y que abandonó sus tareas de pillaje para establecerse como pescadores.